El EKO PET Textil es una apuesta por el Medio Ambiente
La tela PET o reciclado PET (PET) es una tela reutilizable y sostenible realizada con plásticos reciclados. Puede contener desechos previos o posteriores al consumo que se han utilizado previamente para otros fines, como botellas de plástico o textiles. La reutilización de estos materiales reduce la cantidad de desechos que ingresan a los vertederos y reducen la necesidad de una nueva producción de PET virgen.
“El Eko Pet Textil es la transformación del plástico reciclado en ropa nueva y es posible gracias a que los recipientes PET se elaboran con los mismos derivados del petróleo con los que se fabrica el poliéster.“

El poliéster, por otro lado, es una tela notoriamente insostenible. Requiere una gran cantidad de agua y energía para producir, y utiliza grandes cantidades de pesticidas y herbicidas durante el proceso agrícola. Además, libera una gran cantidad de fibras sintéticas en el medio ambiente.
Para abordar estos problemas, muchas marcas de moda han comenzado a implementar políticas y prácticas ecológicas. Por ejemplo, una marca llamada Wigglywoos fabrica productos para mascotas utilizando cuero vegano a base de cáque. También planta un árbol para cada producto que vende.
Otra marca, la gente boreal, fabrica productos de baño y cuerpo que utilizan energía y recursos mínimos para producir. Fuidan éticamente botánicos y los formulan en un “laboratorio de desierto” móvil. Su empaque también es ecológico.
Para las personas con mascotas, hay algunas otras opciones: una compañía llamada Harry Barker hace juguetes para perros de diseñador hechos de hilo reciclado. También utiliza materiales biodegradables para crear correas y collares.
Además de estas opciones, hay muchas más formas de incorporar ideas verdes en su vida diaria. Algunas ideas incluyen: picnicware de bambú, cubiertos biodegradables, toallas de papel reutilizables, pajitas de silicona o acero inoxidable, compuestos de encimera y muebles reciclados. No es ningún secreto que las personas están cada vez más preocupadas por el impacto que tienen sus acciones en el planeta. Exigen más de las marcas y están revirtiendo la tendencia de comprar una moda rápida comprando productos sostenibles.
¿Cómo se fabrica el Eko Pet Textil?
El proceso es sencillo: los plásticos se recogen en puntos de reciclaje situados en las regiones de los Santanderes, Eje Cafetero, Bogotá y el Área Metropolitana de Medellín.
Cuando llegan a la fábrica, pasan por un proceso de selección, separación y prensado donde eliminan tapas y productos de PVC que pueden contaminar el producto final.
Después, los envases se lavan y se trituran para obtener el granulado con el que se elabora una fibra sintética que se tejerá hasta formar una tela.

¿Qué se requiere para la construcción de telas de plástico reciclado?
Precisamente se requieren 3 envases de 2.5 litros para conseguir un metro de tela. Enka, una de las compañias competidores, tiene una planta con la capacidad de procesar 800.000 botellas al día (unas 30 toneladas) que se transforman en 25 toneladas de fibras.
Esta idea es principalmente atrayente en un país donde se consumen bastante más de 80.000 toneladas de productos de plástico (envases de gaseosas, aceites, agua, jugos, etc.), recipientes que tardan bastante más de 100 años en degradarse.
Todo este desarrollo de reciclaje disminuye en un 92% el gasto energético para crear el poliéster con materias primas vírgenes, además de bajar las emisiones de CO2 en un 72%.
Con el triunfo del emprendimiento, el consorcio tiene planeado abrir para finales del 2014 una segunda planta de reciclaje con la que prevé ayudar con enormes industrias como Coca-Cola y Postobón y agrandar de esta forma la aptitud de reciclaje de estos envases de plástico.
El poliéster se convirtió en la materia prima base de esta industria: piensa más del 50% de las fibras
“Es un cambio de forma de pensar que la vicepresidenta haya regalado algo producido con algo reciclado”, apunta por su lado Celia Ojeda, bióloga y responsable de Océanos y Pesca en Greenpeace España, “aunque hubiese sido mejor que fuese algo reparado, reutilizado o cosido con fibras diferentes, sostenibles”. De hecho, Gema Gómez, de la interfaz Slow Fashion Next, alerta del “peligro de asociar sostenibilidad con poliéster reciclado”. Por eso precaución con todo lo que parezca o lleve la etiqueta eco: por muy reciclado que esté, todavía es plástico, y su uso tiene secuelas.
El PET es, de todos modos, un tipo de poliéster, un término simple de hallar en las etiquetas de las prendas recientes. “Es el mismo monómero —molécula— y el mismo tipo de cadena: uno sacado en lámina, el PET, y otro en hebra de hilo, el poliéster. Por eso el paso de uno a otro es fácil”, enseña el catedrático. No es un material extraño de hallar. De hecho, comienza a tener una cualidad divina: la omnipresencia. Su reproducción se proviene de su uso masivo desde el momento en que empezó su producción en los años 50, con la descolonización en pleno apogeo y las considerables potencias a la caza de novedosas fibras de bajo coste para la pujante industria textil: “Se lo inventaron los ingleses cuando se han quedado sin el algodón de Egipto y de la India y se debieron inventar una fibra derivada del petróleo y muy barata”, cuenta.